Los campos están muy desguarnecidos, son un convite a depredadores y ladrones
El correlato de una noticia tiene que ver con su relación. Los daños y en algunos casos robos de silos bolsa a los cuales producen grandes cortes para que se desparrame el cereal, es un hecho que se repite con demasiada frecuencia, en algunos casos con fines de daño, por maldad y en otros para incautarse del cereal que se derrama, que como todos saben es oro en polvo.
Debemos aceptar que son muchos los campos que están «solos», y al usar esa palabra nos referimos a que no viven en ellos puesteros, ni encargados ni empleado alguno que de una muestra viviente de que alguien puede percibir lo que allí acontezca. Y créase o no, están también «solas» verdaderas fortunas que se traducen en silos tradicionales o bolsa repletos de cereal, como puntualizamos más arriba tienen un valor muy alto.
Cualquier malviviente, sea con intenciones dañinas o realmente delictivas, puede ingresar a esos campos, destruir los silos bolsa o violentar los tradicionales y llevarse cuanto se le antoje. Numerosos ejemplos se han registrado en la zona, incluso en casos en que han ingresado a un campo varios camiones y se llevaron todo el cereal existente en los silos, usando incluso elementos de extracción (chimangos) adecuados.
En una oportunidad vino a nuestra redacción un productor al cual le habían robado miles de kilos de cereal de los silos que tenía en su campo, cargándolos en tres camiones. Su visita tenía por objeto el pedirnos que volviéramos sobre el tema del que ya nos habíamos ocupado y que «movamos» a la policía para que investigue, derrochando adjetivos des calificativos para las fuerzas del orden porque no hacían nada. En esa oportunidad lo atendió nuestro director y le hizo la siguiente pregunta: ¿Ud. en su casa tiene alarma?, la respuesta fue SÍ. La segunda pregunta fue: ¿Tiene caja fuerte?, también nos respondió que SÍ. Y la tercera pregunta fue: ¿Cuánto tiene en la caja fuerte?. El hombre ya un poco molesto nos dijo: «poco dinero, unos cientos de dólares y algunos papeles y alhajas». Nuestro director le manifestó: ¿si usted en su departamento tiene alarma, caja fuerte y poca plata, como es que en el campo no tienen nadie que lo cuide, ni siquiera una tranquera con candado y en sus silos cientos de miles de pesos , una verdadera fortuna?. El hombre se fue enojado, aún sabiendo que le estaban diciendo la verdad.