La madurez de un pueblo que cerró la grieta ante una proposición aberrante e insensata
Tal vez quepa aplicar aquel dicho «no hay mal que por bien venga» para referirnos a la proposición maldita de un desquiciado, que desde el odio y seguramente la impotencia fomentó la idea de no comprar en aquellos comercios cuyos propietarios tenían algún tipo de simpatía o relación con el partido político ganador de las últimas elecciones. Ese avieso personaje logró que nuestro pueblo en forma unánime y con la madurez que era de esperar, cerrara la grieta y repudiara desde todos los sectores esa maquinaria perversa de dividir y odiar.
Decía un político contemporáneo «el pueblo no come vidrio» , poco importa ya quién fue, qué sanción merece, lo importante es que en un tiro que le salió por la culata puso en marcha todos los valores de una sociedad que busca la concordia, el acuerdo entre vecinos y la marcha hacia adelante en busca de un futuro que se nos viene negando.
Por sobre nuestras pocas y naturales diferencias, los casarenses todos ansiamos lo mismo. Lo demostró la última campaña política , no hubo agravios, descalificaciones ni hechos que pudieran perturbar nuestra vida cotidiana. Debemos cuidar ese capital de cordura y convivencia,
No todos lo tienen, es algo que hemos conseguido y sobre esa base edificar nuestro crecimiento futuro.
Nuestra lista negra es la de no comprar odio ni fomentar la división, pero no hace falta
decirlo, el pueblo lo entendió perfectamente.