En cuarentena aflora lo mejor y lo peor de cada uno

La cuarentena… mucho se ha hablado en libros de aventuras, otros de conquistas y bucaneros, también de pestes que diezmaban pueblos y ciudades, para las cuales la cuarentena era el único remedio para evitar los contagios.
Y créase o no, cientos de años después, la cuarentena sigue siendo el único remedio para combatir esta peste contemporánea que es el coronavirus. Nada ha cambiado.
Pero vayamos a la cuarentena, a ese aislamiento al que estamos obligados a cumplir porque quedándonos en nuestras casas hacemos uso de la mejor vacuna en ausencia de un antídoto que nos permita estar a salvo.
Pero nuestro hogar, ese santuario que debería ser el refugio que nos permita estar a cubierto no solo de un virus sino de los problemas y males de una sociedad moderna, pura vorágine, que suele hacernos olvidar de nuestro bien más preciado, la familia, no siempre es así.
En ese encierro obligado suele aflorar lo mejor y lo peor de cada uno. Tomamos la contingencia como algo natural, ponemos toda nuestra voluntad para que reine la armonía, ayudamos a nuestros hijos o nietos en las tareas escolares, participamos con ellos en juegos y entretenimientos, tratando que nuestro confinamiento y el de nuestra familia sea lo mas placentero posible. Eso sería lo ideal y aconsejable para la salud mental de todos. Pero en otras circunstancias ese aislamiento y la convivencia suelen generar rispideces y conflictos, las parejas discuten, algunos de sus integrantes abusan en la ingesta de alcohol, el encierro los agobia y sin pedir permiso ingresa la violencia al hogar, que termina con el drama cotidiano de parejas en conflicto, la agresión física, la llamada violencia de género, con el saldo de mujeres golpeadas y lastimadas , en un escenario del que no pueden huir, sintiéndose prisioneras e indefensas. No en vano se han intensificado estos hechos de violencia de género, atribuible precisamente a ese aislamiento que agrava la convivencia.
Alguien podría suponer que en este caso es peor el remedio que la enfermedad. No es cierto, la enfermedad no es nueva, viene de lejos, pero el virus la potencia.
