CORONAVIRUS… ¿Y ahora qué, viva la pepa…?
le abren la puerta a la manada y ésta sale en desbande atropellándolo todo.
Tal vez sea muy mala la comparación. Los seres humanos no andamos en manada, y si nos han abierto un poco la puerta de la cuarentena, somos seres racionales que debemos comprender que la cuarentena luego de 45 días de riguroso cumplimiento, amerita una apertura ordenada, con límites establecidos que permitan recuperar paso a paso el ritmo habitual de nuestra comunidad.
Eso no quiere decir que nos aglomeremos en los comercios, que se llenen las tiendas, zapaterías y peluquerías, que no se respeten horarios, en suma que no tengamos en cuenta que si se resolvió habilitar en forma paulatina algunas actividades la continuidad de dichas normas, dependen del cumplimiento irrestricto de horarios, distanciamiento social, uso de tapabocas y el tomar todas las previsiones a fin de evitar contagios. Ni hablar de reuniones sociales, celebraciones ni actividades comunitarias. Se trata de poner en marcha nuevamente algunas actividades que no entrañan mayores riesgos y dar un respiro económico a muchos vecinos que por el obligado aislamiento han perdido sus ingresos y atraviesan una delicada situación económica.
La situación no ha cambiado en absoluto, el mal sigue siendo letal, nada lo detiene, el pensar en la posibilidad de una vacuna es utópico, por lo tanto somos nosotros los que tenemos que huir, escondernos, no darle la oportunidad que nos contagie.
Lo que se ha logrado es mucho, las medidas del gobierno han sido acertadas y el comportamiento de todos, salvo no demasiadas excepciones, ha sido impecable. No arruinemos lo que se ha logrado.
