Las malas palabras ya no tienen el sentido literal que antes tenían, ahora ya no se usan para insultar sino para señalar acciones de uso cotidiano. Y sino vaya a manera de ejemplo el supuesto exabrupto simil mensaje que doña Hilda “Chiche” Duhalde le envió al Ministro de Desarrollo Daniel Arroyo, en su cuestionamiento a los movimientos sociales que integran áreas de gobierno del presidente Alberto Fer-nández.
“Si Arroyo no tiene huevos para pararse frente a estos personajes nefastos, que se vaya”, dijo Chiche en una charla con la periodista Romina Manguel tal vez queriendo darle a su dicho una significación trascendente cuando en realidad se trata de un grosería mayúscula que hasta hubiera chocado en boca de Tita Merello o la Rubia Mireya. Chiche propuso para solucionar los problemas del hambre volver a sus míticas “manzaneras”, pero mezcló innecesariamente manzanas con las huevos (los de Arroyo) para formular una crítica en los tiempos de la pandemia.
Ayer fue la yegua, luego el gato, ahora el capón, y así transita entre apodos y caricias la comparsa política vernácula. ¡Qué vergüenza!.