¿UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL?
Hasta ahora todas han sido sombras, incertidumbre, malas noticia de cuarentenas que se prolongan, de empresarios que están al borde del cierre, de empleados atados a la ayuda que el gobierno les puede brindar, de comercios de puertas cerradas, de hastío por el encierro, de ya no saber qué hacer.
Con temple, buenas maneras, respeto por el oyente el presidente dio la mala noticia. Todo a fojas cero, las pocas franquicias otorgadas han sido canceladas, como el primer día el slogan de la cuarentena es “no salgas de tu casa, la vacuna sos vos”. La razón tiene razón de ser. Los contagios se multiplicaron y si bien las muertes son relativamente pocas, el panorama es preocupante.
La tan esperada luz al final del túnel es una incógnita. Hagamos el último esfuerzo, aún sabiendo que cada día es peor para todos los que padecen el encierro cuando tendrían que estar trabajando, estudiando o manejando sus empresas.
Tengamos fe, ese bicho maldito que puso patas para arriba al mundo no puede eternizarse, 100 días es demasiado, tengamos fe en que la luz aparecerá, que esta última demostración de entereza y amor por la vida sea la última, que paremos de escondernos para iniciar el camino de la reconstrucción.
Se dice que de estas catástrofes siempre queda algo positivo. Que sea la reconciliación, el final de la grieta, la unión en los momentos en los que hace falta la grandeza de juntarnos para luchar contra los enemigos comunes.
En Carlos Casares, nuestro querido pueblo las circunstancias han sido diferentes, más benévolas, y ello es porque se han cumplido los protocolos y respetadas las normas. Sigamos así, es el último envión, las puertas están a punto de abrirse, pero no bajemos los brazos hasta que eso ocurra.