LA SUERTE TIENE UN LÍMITE
Cuando estalló la pandemia del coronavi-rus, nuestro país lo semblanteó desde lejos, siguió las implicancias del virus en una provincia China de 40 millones de habitantes pero no imaginó la propagación del virus a estas tierras tan lejanas. Cuando menos imaginamos la peste pasó a Europa con mayor virulencia y se afincó en Italia y España cual un invasor , iniciando un contagio masivo con miles de víctimas que caían como moscas fulminadas por un mal desconocido para el cual no existía antídoto alguno y menos aún una vacuna que inmunizara a los seres humanos. Es así que italianos, españoles, germanos y ciudadanos varios de otros países europeos fueron pasto de esa fiera maldita a la que llamaron Covid – 19.
Tras dejar en Europa un tendal de muertos y generar en el mundo una ola de pánico, el virus dio un salto fenomenal y se instaló en el Reino Unido y Estados Unidos con efectos similares a los europeos , pero con números más generosos “por la tradición libertaria de esos países”, que no concebían la cuarentena ni uso obligatorio de barbijos y otras prohibiciones preventivas. Ese temperamento tuvo consecuencias devastadoras en ambos países, permitiendo además que el virus continuara su trayectoria siniestra por los países de Latinoamérica, siendo Argentina uno de ellos, a los que el Covid no perdonó. Instalado en Buenos Aires sentó primero sus reales en la Capital, luego al conurbano bonaerense donde encontró terreno fértil propagándose en el interior provincial, cuyos distritos comenzaron a prepararse para recibir al mal. Casares tempranamente registró dos casos que por fortuna no produjeron contagios, luego un camionero dio positivo siendo asintomático pero tampoco contagió, le siguió otro chofer que no manchó a nadie y en dos días se dieron los cuatro últimos casos que hasta el momento solo han producido un contagio y es asintomático. Más suerte imposible. En Necochea un infectado que asistió a una fiesta dejó 40 contagios, en Olavarría algo parecido, peor en Bragado y 9 de Julio y podemos hacer una larga lista.
Está claro que en Casares se ha hecho todo bien. Desde el trabajo personal del intendente hasta el de la mesa de salud o Comité de Crisis. Pero nos ayudó la suerte. Por lo menos hasta aquí, ya que dos nuevos casos fueron anunciados el domingo, uno que era sospechoso y el restante contagio de un paciente sintomático internado en terapia intensiva del hospital. Y ayer martes otros dos positivos ensom-brecieron el rostro del Intendente y de los integrantes del Comite de Crisis. Uno de los casos es el de una trabajadora esencial y el otro de una persona que estuvo en contacto con un paciente. Con estos dos suman un total de 9 casos positivos en nuestro partido. Y ayer siendo las 18,30 horas, cuando ya no podíamos modificar la presente edición, el Intendente anunciaba nuevos casos. Como rédito de esta lucha contra un enemigo hasta ahora invencible nos quedaba el consuelo que sólo pocas personas han debido ser internadas en el hospital. El resto está en sus hogares reponiéndose. La suerte tiene un límite, si nos relajamos, faltando a los consejos de comportamiento existe la posibilidad que una catarata de nuevos casos nos ponga en la misma situación que distritos vecinos.