LA MALA VIDA TAMBIEN HACE LA CUARENTENA
No necesariamente la mala vida casarense está compuesta por polacos y franceses que regentean la prostitución como ocurriera en los años ´30. Aquí la mala vida casarense puede estar representada por ladrones de poca monta que ni siquiera meten miedo por el antifaz, ya que todo el mundo lo lleva. Tampoco se animan a robar en domicilios porque todo el mundo está en la casa y no les da el cuero para meterse igual y bancarse las consecuencias. También están de cuarentena, los delivery de drogas, y los llamamos así porque son tristes mandaderos a los que por lo general les pagan con droga la distribución. Son desocupados que se quedaron sin la noche y únicamente les queda el reparto a domicilio que tiene demasiado riesgo.
La policía está de franco, dedicada únicamente a arruinar “reuniones sociales” en domicilios y pare de contar, hacen actuaciones y no detienen a nadie. Son jóvenes irresponsables a los que poco y nada les importa el coronavirus y sus consecuencias. Para colmo hay pocos accidentes y robos de motos, la mala vida, como decíamos está parada.
Resumiendo, el virus maldito no dejó títere con cabeza, salvo a los timberos que pueden darse el gusto de despuntar el vicio jugando unos numeritos a la quiniela o apostarle a un dato de un caballo ganador.