NI UN ALMA POR LAS CALLES
Estos nueve días de cuarentena impuestos por el gobierno que finalizan el domingo inclusive se han cumplido a rajatablas, a pesar del descontento y frustración de la comunidad que pierde días de trabajo, los estudiantes las clases y se detiene el motor que moviliza al país, las circunstancias por las que estamos atravesando los argentinos a causa de la pandemia son dramáticas, con cifras de contagios y muertes que nos asustan y obligan a entender que de nada valen las transgresiones a las restricciones impuestas, cuando nos enfrentamos a un enemigo poderoso y mortal.
Aún así hay grupos que promueven la rebeldía, que son antivacunas, abonando la teoría de que todo es mentira, que es una maniobra de los laboratorios para enriquecerse aún más con el miedo de la gente. Personajes nefastos que en momentos en que solo cabe respetar las políticas de prevención siembran dudas y se manifiestan públicamente con teorías conspirativas.
Las calles de Carlos Casares han estado desiertas por el cabal cumplimiento a las medidas de restricción impuestas. Los comercios cerrados, sólo abiertos los que expenden alimentos y la mayoría de los vecinos en sus hogares respetando el aislamiento.
No sabemos qué ocurrirá después de mañana domingo, pero una nueva cuarentena difícilmente sea acatada como la actual. Las resistencias de la comunidad están al límite, no será tan fácil dictar nuevas medidas de aislamiento. Es de esperar que no lo hagan, o por lo menos que dejen pasar un par de semanas a fin de evaluar qué resultado han dado estas medidas.