AHORA SOBRAN VACUNAS, POR QUÉ ANTES NO
Argentina que padeció la angustia de la falta de vacunas, la mofa de la oposición que si hubiera sido gobierno tampoco las conseguirían, a unos y a otros les hubieran llegado con cuentagotas, como ocurrió en Europa, en cientos de otros países y en algunos que hoy aún no las tienen. LA CULPA ES DE LOS LABORATORIOS. SON EMPRESAS MILLONARIAS QUE VENDIERON Y PROMETIERON LO QUE NO TENÍAN PRIVILEGIANDO A LOS PAÍSES RICOS, A LOS QUE TAPARON DE VACUNAS. Y mientras tanto a los países pobres, Argentina quiérase o no es uno de ellos, los hicieron parir en un delivery maldito de aviones que iban a buscar vida, esperanzados en poder poner a resguardo a sus habitantes y evitar el encierro y los protocolos que impedían trabajar, salir, disfrutar, estudiar y hacer una vida normal protegidos por la vacuna. Y sin embargo obtener las vacunas necesarias no fue para algunos una empresa fácil y para otros imposible. Ahora hay vacunas inglesas, chinas, norteamericanas, también cubanas e indias. Estados Unidos las regala como repartir caramelos (esperen el vuelto). Dieron los franchising (franquicia) a distintos países convirtiéndose todo en un negocio infame cuando en realidad la necesidad pasaba por la solidaridad en beneficio de pueblos en los que se moría y se muere la gente como moscas y escuchar que en un país habían vacunado un 60% de la población, en otros 35% y muchos 45%, cuando nosotros apenas el 10% y mendigando vacunas porque la infraestructura de los vacunatorios era impecable, pero sin vacunas poco se puede hacer. La carencia de vacunas creó las faces, las restricciones, los protocolos, colapsaban hospitales, terapias intensivas, faltaban camas y llegó a verse cadáveres en las calles y entierros o crematorios múltiples. Una barbaridad, el gobierno, los científicos y economistas tenían y tienen distintas visiones y es atendible, nadie sabía ni sabe nada aún, el virus es un misterio, ni se han puesto de acuerdo si los barbijos son buenos o no. Hasta las morgues colapsaron.
Pareciera que estamos en otro estado de la pandemia, a casi un año y medio de su comienzo pero aún hay miles de contagios y de muertos. Seguimos sin saber cuando terminará y si alguna vez terminará. Cuando la mayoría estemos vacunados se sabrá y si es pronto nos espera el camino de la reconstrucción. Lamentablemente cuando se haga el censo que se supone el año que viene, seremos muchos menos.