SON MUCHOS AÚN LOS QUE NO QUIEREN VACUNARSE. ¿POR QUÉ?
Cuando se inició el programa de vacunación, por el que había que inscribirse aportando algunos datos, fueron acaso pocos los que respondieron en forma espontánea y sin dudarlo, eran apenas unos 5 mil de 16 mil que eran necesarios para lograr la inmunidad de rebaño o inmunidad comunitaria, que es cuando una comunidad ha recibido una cantidad de vacunas que el resto de la comunidad se hace inmune a la enfermedad. De aquellos cinco mil la inscripción fue creciendo hasta aproximarse mucho a los 16 mil vacunados, habida cuenta que ya llevan alrededor de 14 mil y siguen vacunando, lo que permitiría pensar que se llegará a la cantidad requerida para que se forme la inmunidad de rebaño.
Cuales son las razones por la cual muchos vecinos aún se resisten, son sin duda varias, que van desde el miedo a las vacunas, el rechazo a las de tal o cual origen, otros porque no se vacunaron nunca, pero ninguna realmente válida, salvo que alguna enfermedad no lo aconseje. Por lo general los mas remisos a vacunarse son los jóvenes, que lentamente van cediendo y concurren a vacunarse, si bien aún muchos se resisten.
Si hubiéramos recibido rápidamente las vacunas cuando estalló la pandemia, la cifra de contagios y de muertos hubiera sido sensiblemente menor.
Al comienzo de la pandemia el aislamiento era la mejor defensa ante la carencia de vacunas. Hoy el aislamiento se ha flexibilizado, las restricciones son menores como también los contagios con el aumento de los vacunados, que están llegando a la cantidad necesaria para revertir los efectos de la pandemia. En suma, no hay excusa válida para no vacunarse salvo alguna enfermedad que lo prohíba.