LA AGRESIÓN A FLORENCIA PEÑA Y SUS CONSECUENCIAS
Hace pocos días asistimos a un acto de misoginia y violencia de género explícita por parte de los diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff contra la actriz Florencia Peña.
Todo sucedió a partir de la visita que Florencia Peña hizo a Olivos, respondiendo, según ella, a una invitación del presidente Alberto Fernández para conversar sobre la situación de los actores en plena pandemia.
Los comentarios que twittearon los legisladores fueron de tal carácter agresivo y misógino contra la condición de mujer de la actriz, que merecieron el repudio público y el inicio de acciones legales por parte de la víctima.
Es increíble que, en los tiempos que corren, todavía haya cavernícolas como los diputados mencionados, que por otra parte fueron los que aprobaron leyes contra la violencia de género.
Como puede ser que estos personajes, a quienes Florencia Peña y todos nosotros les pagamos el sueldo, expresen públicamente semejantes expresiones de odio, descalificación y misoginia contra alguien, que más allá de que correspondiera o no por cuestiones de aislamiento, se entrevistara con el presidente, es una laburante que iba a pedir por sus compañeros de trabajo.
Ojalá que el mediático y hábil abogado Fernando Burlando, que oficia de defensor de la actriz, logre el triunfo que corresponde en los medios judiciales, para que este hecho tan desagradable sirva como ejemplo en todo el país, incluso en Carlos Casares donde hemos visto descalificaciones semejantes a través de la redes sociales contra las jóvenes que forman parte del colectivo que trabaja contra la violencia de género.