4 DE SEPTIEMBRE. DÍA DEL INMIGRANTE
“Argentina, tierra de hermanos, pusiste en tu suelo un hogar para cada sueño”
El decreto n° 21430 de 1949, firmado por el presidente Juan Domingo Perón establecía que el 4 de septiembre se impusiera como el día del Inmigrante. La fecha tenía en cuenta otro decreto, pero de 1812, firmado por el Primer Triunvirato, cuyo objetivo era fomentar la inmigración para desarrollar el trabajo agrícola. Esa idea pertenecía al secretario del Primer Triunvirato, Bernardino Riva-davia, quien consideraba fundamental la llegada de colonos para trabajar la tierra. Luego fue la Constitución Nacional de 1853 que incluía en su preámbulo “para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. A esto se sumó la Ley de Inmigración y Colonización del presidente Nicolás Avellaneda (1876).
Con todos esos antecedentes llegaron al actual partido de Carlos Casares, inmigrantes españoles, italianos, judíos y de otras nacionalidades, que con el tiempo se fueron arraigando, dejando sus sellos culturales pero también tomando las características de la cultura nacional, produciendo un sincretismo muy particular.
Los italianos y españoles llegaron de manera inor-gánica, como era el caso de Antonio Maya y los primeros pobladores del pueblo en torno a la estación Carlos Casares, inaugurada en 1889. Pero un nutrido grupo de judíos lo hizo de manera organizada (1891), a través de la Compañía Judía de Colonización, creada por el barón Mauricio Hirsch, con la inestimable colaboración de un gran conocedor de la zona como era el Dr. Guillermo Loe-wenthal.
Primero se instalaron en Colonia Mauricio (Algarrobos), pero con el paso del tiempo, muchos se trasladaron al Pueblo Maya, por la influencia del ferrocarril, produciéndose una importante simbiosis con los otros colonos. Aunque una gran cantidad de judíos decidieron emigrar hacia la gran ciudad.
No obstante, la impronta inmigratoria no ha cesado y hoy tenemos paraguayos, bolivianos, dominicanos, venezolanos y de otras nacionalidades habitando en nuestro partido y arraigándose paulatinamente a nuestra cultura de pequeña ciudad, con impronta agropecuaria y agroindus-trial y con ansias de crecimiento y prosperidad, a pesar de los difíciles tiempos que corren.
Bienvenidos sean todos los que deseen vivir en nuestro partido imbuidos de la cultura del trabajo