POR EJEMPLO: ¿A dónde van a bailar los chicos?
Antes de la pandemia era fácil saberlo, el punto de reunión luego de la famosa previa, era Sin City. El boliche se llenaba de jóvenes y no tan jóvenes, era “el sitio” para bailar y divertirse, a lo sumo alguna fiestita privada pero Sin City era EL LUGAR.
-¿Y ahora Vanesa a donde van a bailar, siempre a Sin City?.
-No, ahora vamos a las quintas, el dueño cobra una entrada de unos $200 y cada uno lleva la bebida.
-¿Son muchos los que van?
-Muchísimos, no te puedo decir cuantos, bailamos poco, conversamos mucho, nos juntamos en grupos.
SON VARIOS LOS LUGARES
-¿Vos también vas Juan, o tenés otro lugar?.
-Si, vamos a distintos lugares, por supuesto que no como Sin City, pero mi viejo no me da tanta plata, no te olvides que necesitamos para la bebida de la previa.
-Me comentaron que en lugar de quintas arman fiestas en casas particulares, ¿es cierto?
-Laura: sí, pagamos la entrada y si no tenemos para la bebida compartimos.
-Laura nos dice que a ella mucho no le gusta, que si saben sus padres no la dejarían pero hasta el momento han demostrado ser seguras. Ellas se juntan con alguna amiga o amigo que tiene auto y así van. En el grupito consultado más o menos todos coincidían, las fiestas en las quintas a unos le gustaban a otros no, pero hablaban con el bolsillo.
Queda para considerar si realmente cuentan con seguridad, si no toman de más, si no hay peleas, en fin, todo lo que un boliche bailable controla y garantiza.