TODO UN RECORD:
MÁS DE 60.000 VACUNADOS
Muchos meses pasamos los casarenses viendo como nos contagiamos del maldito virus Covic -19 y las víctimas fatales, principalmente en los adultos mayores, mientras prácticamente ocultos tras la famosa cuarentena pasamos meses sin poder salir, toda la familia, incluso los chicos, sin poder trabajar ni concurrir a la escuela y con problemas económicos además de familiares, pasando muchos sin poder ver a sus hijos y viceversa, sin ningún tipo de medicamento ni vacuna que pueda contrarrestar la enfermedad. Más parecía la fantasía de una película que la realidad. La comuna daba cuenta de las restricciones que la mayoría de los habitantes trataba de cumplir, mientras se hablaba de vacunas de tal o cual laboratorio, mientras la pandemia continuaba con su faena transformando las calles en desiertos, las plazas sin chicos y las imágenes del exterior que nos mostraban zanjas abiertas en las cuales colocaban cientos de bolsas conteniendo muertos, a los que no podían dar sepultura por riesgos de contagios.
De pronto llegaron las vacunas, eran rusas, Sputnik y la negativa a su origen hizo que gran parte de los vecinos se negara a recibirlas. No obstante en forma lenta el vacunatorio municipal iba creciendo. Primero fueron cuatro mil, después seis y ocho mil, ya nadie hablaba tan mal de las rusas, y se animaba a vacunarse pese a sus resistencias.
Créase o no, hoy estamos hablando de más de 60 mil vacunados, todo un récord que va en aumento, y lo que es más importante es que la cantidad de contagios se ha reducido más de un 90%, las restricciones han caído, en Casares hace un tiempo ya que no hay más contagios, los vecinos salen con normalidad, por ahí el uso de un barbijo nos dice que aún la pandemia no pasó, pero al menos en Carlos Casares los casos dan 0 y hace meses que no hay muertes. La vacuna rusa funcionó, como también la Pfizer, la Moderna y el resto, trayendo optimismo a nuestros vecinos, que finalmente y con la ayuda de la Secretaría de Salud, y un vacunatorio que funcionó a la perfección, superó los 60 mil vacunados y lentamente va subiendo.
No se nos ocurrirá decir “ya está, ya pasó”, pero todo nos dice que la gran mayoría de los vecinos está a cubierto de la enfermedad y que si ésta lo atacara sería levemente. Los daños son cuantiosos, desgraciados , pero seguramente dejará algunas enseñanzas, como la resistencia a las restricciones impuestas que muchos pagaron con sus vidas.