LO QUE SE VE Y LO QUE NO SE VE…
Los políticos la tienen clara, las obras que traen votos son aquellas “que se ven”, las que el ciudadano disfruta porque les mejora la vida por ejemplo asfalto, iluminación, cordón cuneta, canales y otras tantas que están a la vista, pese a que los vecinos son conscientes que hay muchas obras “que no se ven” pero que igualmente son necesarias, como servicios cloacales, gas natural, agua potable, etc.
En los últimos años Carlos Casares ha tenido la suerte de no tener intendentes netamente políticos, sino ciudadanos que pese a militar en un partido político, son conscientes que todo es necesario, “lo que va por arriba y lo que va por debajo”. Los años del intendente Torchio fueron netamente productivos, produjeron en nuestra comunidad un crecimiento exponencial, con infinidad de obras que mejoraron en todos los aspectos la calidad de vida de los ciudadanos, tanto aquellas que están a la vista como las que brindan servicios esenciales que “no se ven” pero que son absolutamente necesarias.
Reemplazado el intendente Torchio por el ejecutor de gran parte de la obra pública de su gobierno, el Ing. Daniel Stadnik, nos encontramos con un hombre que toca todos los instrumentos de la obra pública y su gestión no obedece a ninguna preferencia o especulación política, sino a un concepto puramente progresista que persigue el estado de bienestar de sus gobernados.
Con perfiles completamente opuestos ambos han tenido en claro que el crecimiento y el desarrollo de nuestra comunidad depende de proyectos superadores, teniendo al ciudadano como el referente principal de su gestión de gobierno.