Aparece toda vez que hay que confrontar internamente y se queda siempre con la mejor parte.
Cuánto tiempo sin ser mencionado en alguna de nuestras notas, Omar “Peli” Foglia es o parece ser un fugitivo de la política y de pronto surge con su capital intacto y termina quedándose con la mayor parte. Perdón “con la mejor parte”.
Los que lo siguen lo ven como a una suerte de padrino al que se someten confiados que a la hora de contar los porotos se quedarán con la mayoría.
Usa su poder de fuego para elegir las alianzas internas y termina siendo el dueño de la pelota. Sabe que algún día los números le alcanzarán y que entonces volverá a ser banca. Mientras tanto construye, no le conviene destruir, los necesita, pero no se somete, como no se sometió con el radicalismo y fue capaz de construir su propia escudería. Es astuto, sabe que los enemigos están adentro, le sucedió con Jorge Zabala y José Luis Ledesma, ahora deberá ocuparse también de los propios. Pero no se alterará, sabe que la venganza es un plato que se come frío.