Con motivo de las celebraciones de Semana Santa, el padre Horacio Lento expresó unas palabras a los fieles casarenses:
A pocas horas de celebrar a Jesús en su gran “paso” de la muerte a la vida, es decir la Pascua, quisiera saludar a toda la comunidad casarense y desearles que tengan una ¡Feliz Pascua de Resurrección!.
La liturgia nos proponía para la reflexión, el último Domingo de Cuaresma, el Evangelio de la Resurrección de Lázaro, donde Jesús afirmaba con mucha claridad “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás”.
Creo que estas palabras son las síntesis de todo lo que hemos celebrado en Semana Santa y que nos vienen muy bien ya que vivimos momentos donde necesitamos, más que nunca, palabras que nos den esperanza. Tanto el siglo XX como los años del Siglo XXI que estamos transitando han estado marcados por dos realidades innegables: un avance de la medicina y de las ciencias en general que han permitido un espectacular incremento de la vida humana, pero al mismo tiempo, este tiempo ha sido testigo de una “cultura de la muerte” (como la llamaba San Juan Pablo II) como consecuencia de guerras, del holocausto, de los genocidios, de la droga, de la inseguridad, de la instauración del aborto legal, de la situación socio-económica, de la pandemia… por mencionar algunas de las dolorosas realidades que a diario hemos enfrentado y seguimos enfrentando.
Hoy se habla mucho de “calidad de vida”, referida especialmente a los ancianos y enfermos terminales, se me ocurre que también deberíamos hablar de esa misma calidad de vida en relación a la existencia humana y entre todos encontrar la forma de que en un mundo que tanto ensalza la salud, la belleza corporal, el cultivo del cuerpo, el bienestar, el placer…también descubramos las verdaderas razones para existir, algo que sustente la alegría de vivir y nos libre de caer en la desesperanza y en la falta de sentido para vivir.
Por lo dicho anteriormente y volviendo al relato de la resurrección de Lázaro, estoy convencido que hoy el Señor Jesús, así como dijo “Lázaro sal afuera”, nos dice a cada uno de nosotros: “sal afuera, deja el sepulcro de la desilusión y el pesimismo, del remordimiento y la desesperanza. ¡ven afuera! De los sepulcros de tu vida puede resucitar una persona nueva, rebosante de ilusión, de alegría y de vida”.
La gran pregunta es si los hombres y mujeres de fe, estamos convencidos que el Señor es la resurrección y la vida y que sólo en Él se encuentra la redención y la misericordia en abundancia.
Les deseo que en esta Pascua 2023 seamos capaces de dar el gran salto y podamos pasar de la muerte a la vida ayudados por el Señor Vencedor de la muerte que siempre nos toma de su mano.
Los espero el sábado 22 a las 19 hs, será el día en que comenzaremos a recorrer juntos este camino como discípulos de Jesús Resucitado.