EDITORIAL

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LA OBLIGACIÓN DE VOTAR

Hay países en los que votar no es obligatorio, en países como el nuestro el voto si es obligatorio, y por lo tanto aquel que no lo hace y no tiene impedimento alguno que se lo impida, se hará pasible a las penalidades que fija la ley, que dice que: “votar es ejercer un derecho político a elegir las autoridades que van a representarte ocupando los distintos cargos públicos del país”, Pero aún así se han realizado elecciones anticipadas en varias provincias con una notoria merma de votantes, en algunos casos hasta del 40%, lo que demuestra que el ciudadano ya no se siente atraído por los partidos políticos ni sus precandidatos, resignado a que todos son lo mismo, que el país está cada vez peor, los sueldos no alcanzan, que la inflación es altísima y que ninguno tiene una plataforma de gobierno para ponerle fin a todos nuestros males.

Claro está que en el orden local no es igual, Casares progresa, su crecimiento es notorio, pero aún así se teme que los vecinos estén desmotivados para votar por la crisis política nacional, viendo que los precandidatos dicen tantas mentiras y prometen el oro y el moro, cuando ya nadie les cree.

La descalificación y el desinterés no ayudan, el voto es un derecho y también un deber que hay que ejercer para que los candidatos sepan como piensa y que pretende de ellos la ciudadanía.

 

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