Sin lugar a dudas que el traslado de los restos del Padre Antonio Martínez y de las Monjas de la Congregación Hermanas del Rosario, causó un gran impacto no solo en la comunidad cristiana sino en toda la sociedad de Carlos Casares por todo lo que significaron para ella.
El Oeste Habló con el Cura Párroco Padre Juan Carlos Pellegrino, quien nos brindó los motivos que llevaron a tomar esta determinación.
-Cómo se llegó a la decisión de trasladar los restos del Padre Antonio Martínez y de las Monjas del lugar que tenían destinado?
-Cuando yo llegué a la Parroquia, hace casi cinco años, tuve mi primer contacto con la tumba del Padre Martínez cuando le fui a rezar y la verdad es que me causó impresión, en el buen sentido, ver que no estaba en un lugar como él se merecía.
EL PADRE ANTONIO NO MERECIA ESE LUGAR
-Por qué?
-Era un lugar que siempre estaba cerrado. No con llave pero cerrado. De hecho yo, toda vez que he entrado al cementerio lo primero que hacía era ir a rezarle al Padre Antonio y siempre estaba la puerta cerrada, nadie veía nada y cuando entraba, muchas veces me encontré con que parecía un depósito, con baldes, tablones, bolsas con material…no me pareció un lugar acorde a lo que el Padre Martínez merecía.
Así surgió como una intención de decirle, si se quiere entre comillas, como una promesa al Padre Antonio de sacarlo de allí y siempre que volvía al cementerio esa “promesa” se reavivaba.
-Esta inquietud la fue compartiendo con la gente?
-Esto lo charlé con mucha gente, especialmente amiga de aquella época del Padre y todo el mundo pensaba lo mismo, en que había que buscarle un lugar más decoroso, más lindo.
Todo esto se fue gestando de a poquito, por todos los trámites que el traslado implicaba, cartas, permisos, etc…
EL PADRE Y LAS HERMANAS UNIDOS POR SU AMOR AL HOSPITAL
-Cómo se relaciona con esto la congregación de las Monjas que estuvieron en el Hospital?
-Sin resolver todavía bien esto del Padre Martínez, se comunica conmigo la Superiora General de la Congregación de las Hermanas del Rosario, que son las que estaban en el Hospital, quien me manifiesta la preocupación por el estado de la bóveda que ellas tenían en el cementerio, la cual no podían atender ni mantener ya que hacía doce años que ellas no están en Casares y donde reposaban los restos de 7 monjas de dicha congregación.
Ante esto, le explico lo que pensábamos hacer con el Padre Antonio, le conté la historia y le propongo hacer algo juntos ya que el Hospital significó tanto para el Padre Antonio Martínez como para las Hermanas del Rosario, aparte de todo lo que significaron en la vida parroquial.
El Padre Martínez y las Hermanas juntos, en un lugar destacado y de fácil acceso.
LA TIERRA ES LO MAS NATURAL Y CRISTIANO
-Cuál fue el lugar elegido?
-El lugar está entre los Maya y el Dr. Galcerán, dos íconos de la historia casarense.
Nos pareció que un lugar allí, para estas dos entidades, como lo son las Hermanas y el Padre Antonio, sería muy importante.
-Hay quienes se preguntan si era necesario que fueran a tierra.
– Es verdad que esto nos impresiona un poquito, pero es lo más natural y, lo más cristiano, por así llamarlo, que hay. Por supuesto que cada uno tiene derecho a opinar y a optar por sus familiares y hacer lo que mejor le parezca. Mucha gente, con criterios sanos y buenos y cristianos incluso, crema a sus familiares, otra lo entierra u otra tiene un monumento. A nosotros nos pareció bueno, esto del tema de la tierra, y por otro hacer un monumento digno para el padre y las hermanas.
-Es interesante saber cómo se produjo la venta del panteón de las Hermanas y la adquisición del lugar donde descansarán. Lo compraron o fue donado?
-En todo esto tuve que aprender todo porque nunca me pasó algo similar, y acá era una obligación porque yo soy el cura del pueblo y me tengo que hacer cargo, no solo de la gente que bautizo, sino en este caso también de un sacerdote muy querido y unas hermanas muy queridas. Así que fui preguntando y hubo que pedir permisos, presentar un proyecto, comprar un terreno… y nos aconsejaron vender lo de las Hermanas y si nosotros queríamos ellos nos conseguían un comprador. Así muchos trámites, idas y venidas hasta que presentamos un proyecto de un arquitecto, Carlos Pérez.
UNA IDEA QUE COMENZO A IMPLEMENTARSE HACE MAS DE UN AÑO
-De esto cuanto tiempo hace, Padre?
-Hace más de un año. Cuando vino el Obispo para su visita Pastoral, que fue por Agosto/setiembre, el último día de su visita fuimos con el Obispo a rezarle al Padre Martínez y también fue el arquitecto y ahí nos mostró el proyecto del monumento y que por diversos motivos, ajenos a nuestra voluntad todavía no lo hemos podido concretar.
-Igualmente realizaron el traslado…
-Luego de completar todos los trámites que nos exigieron, el 21 de setiembre realizamos el traslado.
-Por qué no se dijo nada, a pesar de la importancia que ello revestía para la comunidad católica?
-Nos pareció no aconsejable hacerlo público porque había que hacer las reducciones y eso es algo muy privado, y de hecho de la gente que invitamos, los amigos más íntimos del Padre, varios de ellos no concurrieron…no es algo muy lindo para ver.
-Qué queda de aquí en más?
-La idea es que cuando se termine la obra, pensamos para fin de año, vendrá el Obispo, van a venir la Hermana Superiora de la Congregación de las Hermanas que estaban en el Hospital, haremos una Misa Comunitaria en el lugar donde descansan el Padre Martínez y las Hermanas. Paralelamente a esto, el Museo Parroquial se va a adherir con una pequeña muestra de cosas del Padre Antonio en la parroquia.
Esto es en parte lo que tenemos programado desde hace tiempo como para que el Padre Antonio y las Hermanas tengan su lugar y el homenaje que se merecen.