EDITORIAL

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NI UN ALMA…

La expresión “ni un alma” , según el diccionario de la Real Academia Española, significa NO HABÍA NADIE EN EL LUGAR. Por esa razón usamos el presente titular para comentar algo que debe preocuparnos mucho y es que  los comercios de nuestra ciudad están “parados”, nadie va, nadie compra, sean de venta de vestimenta, calzados, repuestos, ferreterías, electrodomésticos, bares, restaurantes, etc. cuyas ventas han mermado muchísimo a causa de los aumentos indiscriminados, los sueldos que no alcanzan y el panorama que empeora día a día. También son víctimas de esta situación aquellos que ejercen actividades independientes como plomeros, electricistas, mecánicos, pintores, carpinteros, lavacoches, jardineros, etc., etc.

La frase NO HAY PLATA la popularizó nuestro presidente como una metáfora de lo que vendrá y que en rigor fue una “santa verdad” como dirían nuestros mayores para reafirmar y dar mayor énfasis a una palabra o una frase.

Lo peor de todo esto es que más que asomar, la pobreza ya está instalada  y no son pocos los hogares donde está faltando comida.

Someter al pueblo a la indigencia cuyos ingresos totales son insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas, es un hecho reprobable que puede derivar en graves consecuencias. Lejos está lo que prometió el partido político entrante con relación al futuro de nuestro país. En cambio cortó el hilo por lo más delgado, sacrificando al pueblo y confundiendo la idea de libertad con la de sometimiento a los más débiles. 

Es hora por lo tanto que el señor Milei y su séquito se despojen de aquellas ideas que condenan al pueblo a la miseria. Que atiendan a quienes no pueden con el estómago vacío entender sus ideas libertarias y que se ocupe de los que menos tienen, que están sumidos en la pobreza y muchos de ellos  lo votaron, pensando que algo nuevo y refrescante había llegado, capaz de dejar de lado la política de la “rosca”, el beneficio propio y los nidos de corrupción, para dar paso a una nueva Argentina, próspera y soñada, con un pueblo feliz y esperanzado.  ¿Y?, nada de eso se ve, salvo una situación desesperada de un pueblo oprimido que ya no aguanta más.   

 

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