Hay familias que con su trayectoria, actos y emprendimientos van marcando el rumbo de una comunidad. Son, ellas y algunos de sus integrantes en mayor medida, de alguna manera, parte indisoluble de su historia.
Juan Gualberto Ramirez, que falleciera el martes 23 de octubre, a la avanzada edad de 97 años, integrante de una familia de longevos vecinos, es uno de esos representantes que citamos.
En el año l907, cuando Casares comenzaba a disfrutar de su Autonomía y a escribir su propia historia, Daniel Vicente Ramirez vino de Luján, siendo un muchacho veinteañero, a trabajar de tapicero a la fábrica de carruajes que Dalmiro Forneri tenía en la esquina de Yrigoyen y Lamadrid, donde hoy está el club Deportivo Casares. Luego de un par de años en la tarea, y ya afincado en nuestra sociedad, Daniel Vicente Ramirez fue a Luján a buscar a Isabel Montagna, que allí lo esperaba, para que fuera su compañera de toda la vida. De ese hogar nacieron 8 hijos, 6 mujeres y 2 varones. Y un día Daniel Vicente Ramirez, que había llegado un día de Luján para trabajar en la fábrica de carruajes de Forneri, se independizó, y comenzó por su cuenta a trabajar como tapicero. Con el correr del tiempo, fue agregando elementos a su tarea y de las cercanías de la plaza, donde estaba al principio, se vino para la Avenida Robbio, entonces de tierra y hoy 9 de Julio, donde se afincó definitivamente. Luego sus dos hijos varones, Gualberto y Antonio se sumaron a su trabajo, el que continuaron hasta la fecha convirtiéndola en uno de los comercios mas antiguos de nuestra comunidad, hoy a cargo de Jorge, hijo de Antonio.
Vaya este introito para ir ubicando en el contexto de esta historia a Juan Gualberto Ramirez, recientemente fallecido y un vecino, que veremos, también sumó su aporte a la comunidad casarense.
Desde joven como su hermano Jorge Antonio, se acercó a Sp. Huracán, integrando sus cuadros institucionales en las épocas bravas del comienzo de la entidad. Formó parte de su conjunto de teatro, que lideró por varios años y donde conoció a Alba Vizán, destacada pintora y profesora de nuestra comunidad, que fuera su esposa.
Junto a su trabajo de talabartero, que realizaba con su hermano Antonio, fue sumando otras actividades a su aporte a la comunidad. Fue integrante del Rotary Club local, miembro de la Comisión que logró instalar en Carlos Casares los teléfonos automáticos, que suplieron a aquellos de la manivela con la que se solicitaban los números a la operadora. Cuñado de Haroldo Vizán, uno de los pioneros de la Fiesta Nacional del Girasol, lo acompañó en su realización, integrando varias comisiones de las que se ocuparon de realizarla. Políticamente acercado hacia la derecha nacional, fue integrante del movimiento denominado UDELPA (Unión del Pueblo Argentino) que creara y liderara el ex presidente de facto, Gral. Pedro Eugenio Aramburo, asesinado por los Montoneros en Timote (Partido de Carlos Tejedor). Aquel alumno de la Escuela Nº 8, cuando ésta estaba en la esquina de Güemes y San Martín, donde hoy está el chalet que perteneciera al desaparecido piloto e ídolo casarense, Roberto José Mouras, dejó una huella unida para siempre a nuestra historia lugareña.
Ese marchar longevo que lo llevó por esas huellas, y que le dio el tiempo necesario, para que pudiera volcar en su comunidad todo su empuje, entusiasmo y ganas de hacer algo por ella, marcó el final de esa marcha el martes 23 de octubre, ya casi centenario, con 97 años de fecunda existencia de vecino casarense y, con la paz y tranquilidad del deber largamente cumplido, entregó su alma al Creador. El miércoles 24, a las 9,30 hs., en una silenciosa marcha, el cuerpo del anciano venerado y respetado, era despedido, con ojos mojados por el rocío de la pena enorme, pero con un brillo de agradecimiento por todo lo hecho, por el cortejo que lo acompañó hasta su última morada en el Cementerio Municipal, previo responso religioso en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen. Fue un pañuelo que le daba el adiós a la vida terrenal y lo recibía, para siempre, en el celeste espacio de los recuerdos más queridos.
Con Juan Gualberto Ramirez se fueron casi 100 años de nuestra historia.
J. D.O.