EDITORIAL

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TANTO PARA TAN POCO

El presidente Milei juntó a toda la tropa, y ocupó una tarima central en el fastuoso recinto de la Cámara de Diputados de la Nación para anunciar el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional 2025, algo inusual por cuanto el organismo habilitado para tratar ese tema es el Congreso Nacional, a través de la Cámara de Diputados, que recibe el Proyecto de Ley de Presupuesto para su análisis, discusión y sugerencias de modificación. Este proceso finaliza cuando el Congreso lo aprueba y se sanciona la Ley de Presupuesto para el año siguiente.

No se entiende qué quiso hacer el presidente, sólo trató generalidades del Presupuesto 2025, demostró su fijación al déficit cero y afirmó que el Estado nacional solo sirve para garantizar «la estabilidad macroeconómica» y que para todo lo demás está el mercado. A las provincias les pidió que ajusten

($ 60.000.000. 000-) y es de suponer que los gobernadores deben estar prendidos fuego. El salón estaba semivacío, los palcos llenos y todo eran aplausos dado que la oposición brillaba por ausencia. Si Milei quiso impactar al pueblo con la cadena nacional y su fogoso discurso, no logró más que aplausos de sus pares y sus palabras midieron apenas el 14% de audiencia, lo que demuestra que no lo vio casi nadie pese a que se había sembrado una propaganda que permitía albergar cierta expectativa. A las pocas horas de conocerse las cifras de los raiting televisivos, los malditos de siempre salieron a decir que a Milei no lo quieren ver ni en televisión. En relación a lo poco que midió. Tampoco hay que burlarse, es el presidente y hay que respetarlo.

 

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