SE FUE UN AMIGO…

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LA PEÑA «LOS ANTIGUOS» PERDIÒ A SU AS DE ESPADAS

Hace varios años en una de las mesas de café de Puppies, nos solíamos reunir varios veteranos, algunos nos fueron dejando y tras ellos un vacío irreemplazable (Pichón Vignau, Jorge Palermo, el Vasco Basagaisteguy), entonces los que quedamos comenzamos a formar una peña, a la que Adolfo Grobo denominó Los Antiguos.

Ademàs del café, surgieron los asados, reuniones y festejos de cumpleaños. Y así fue que comenzamos a tener una relación más fluida.

Los roles comenzaron a definirse de acuerdo a cada uno y no faltaban las muestras de conocimiento musical del Cabezón Miguel y de Raúl Sadovsky (cuando podía venir), ni los boleros de Marcelo Paniagua o los tangos de Nicky Panet, alguna burda imitación sandresca de quien escribe o la participación de Jorge con algún tema de karaoke. A la farra se sumaba el Viejo Adolfo con su «lehaim» (salud en idish) y se brindaba. Mientras tanto en la punta de la mesa con una postura caudillesca, Spanky Idiarte esperaba el momento para prender un habano. El promedio de edad lo bajaban los Pablos (Gorosito y Lucca).

Pero el infortunio de una terrible mielitis le propinó a Spanky  un duro golpe de nocaut.

Con la movilidad reducida al mínimo en sus piernas, debimos cambiar el lugar del café, para estar más cerca de su casa. A veces fue Seven y otras Puerto Tabla. Pero el espíritu de los asados , bucecas y paellas continuó, no sin interminables y bizantinas discusiones culinarias entre  Marcelo y Spanky.

El grupo con algún otro integrante como Tito Shorr o Coco Ondano, continuó, después de la pandemia.

 Pero la salud de nuestro as de espadas , ese que nos convocaba en torno a su mesa de café, el periodista de tantos años y quien me cuestionaba por cualquier cosa, pero me respetaba profundamente en el aspecto intelectual, ese que en el ejercicio de su profesión cosechó amigos y enemigos, pero nunca dejó de apasionarse por lo que escribía, con su pluma ágil e incisiva, nos dijo «hasta siempre», y allá se fue con Pichón, el Vasco , Jorge Palermo a tomar otros cafés, a discutir y reírse por cualquier pavada , hasta que un día se agregue algún otro, porque la vida es así y nadie la tiene comprada.

Hasta siempre amigo y gracias por habernos reido, discutido y aprendido tanto.

 

Daniel Lombardo

 

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