Cuando las encuestas sirven para marcar el rumbo

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Comentábamos en nuestra anterior edición en una nota de redacción, que el intendente había encargado una encuesta a efectos de conocer el grado de aceptación que tiene su gestión entre los vecinos. Podría tomarse tal actitud como una necesidad política de quien gobierna los destinos de Carlos Casares precisamente en momentos de cierta crisis que se está viviendo como consecuencia de las inundaciones. Pero haciendo una lectura más profunda, los resultados de dicha encuesta más que satisfacer la curiosidad del jefe comunal para saber donde está parado, servirían de mucho a la comunidad si se tuviera en cuenta la opinión de los vecinos en cuanto a las fortalezas y debilidades que presenta su gobierno.

Desconocemos el universo de dicha muestra, pero por lo general son encuestados entre doscientos y trescientos vecinos, repartidos los encuestadores tanto en el centro de la ciudad como en lugares más apartados a fin de tener un panorama global de toda la comunidad.

El intendente podrá conocer cuales son las preocupaciones y necesidades de sus vecinos, saber que es lo que ven bien y que es lo que ven mal, y cuales son sus sugerencias.

Si la intención fue más allá del afán electoral, y aunque así fuera, el tener en cuenta la evaluación de cada encuestado le permitirá orientar su gestión en base a satisfacer las necesidades más urgentes, corregir errores, controlar o eventualmente producir el cambio de funcionarios cuya gestión es cuestionada, y llegar hacia aquellos lugares en donde se nota su ausencia.

Las verdaderas encuestas políticas, por lo menos las que tienen como fin el conocer el grado de aceptación de un mandatario, no deben realizarse en tiempos electorales, sino en épocas neutras, cuando es necesario verificar el rumbo, mirando hacia toda la comunidad con el fin de ofrecerle una gestión de calidad.

El resultado político luego vendrá solo, aunque no todos lo entiendan, especialmente aquellos que estiman que la política es un toma y daca, en el que las prebendas y los incentivos son los que cosechan votos, cuando en realidad sólo sirven para recrear un sistema perverso que le quita calidad a la gestión de los funcionarios.

Tome nota señor intendente: el pueblo nunca se equivoca, si le dicen que algo o alguien no anda, tenga por seguro que es así. Corríjalo, aplique cirugía mayor si es necesario, que no se va a equivocar.

Las encuestas deben servir para eso.

 

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