Inevitablemente los vecinos de Moctezuma ante la muerte por electrocución del jovencito Fernando Videla, de 18 años, no pudieron evitar recordar la masacre de la familia Videla ocurrida en el mes de mayo de 2004 en la localidad, la que por sus características shockeó profundamente a la pequeña comunidad. Aquellos Videla eran parientes lejanos de la familia del adolescente fallecido.
La tragedia la desencadenó Francisco Videla, un tosco hombre de 55 años, de mal carácter y actitudes pendencieras, que loco de celos y de ira porque su mujer Irma Flores, de 42 años, lo había dejado y sospechó que tenía otro hombre, la encontró en la calle, la llevó a la rastra a 400 metros de la planta urbana, y en una zanja del camino le dio muerte pegándole 14 puñaladas en el pecho y una en el abdomen. De allí, armado de una escopeta fue a la casa de su hija María Cristina Videla de 24 años que estaba embarazada, y la mató de un disparo. Volvió al lugar donde había ultimado a su esposa y con la misma escopeta con la que mató a su hija, se suicidó.
QUERÍA MATAR A «EL OTRO»
Dicen que Videla había ido a la casa de su hija esperando encontrar al amante de su mujer, un hombre joven de la localidad de unos 26 ó 27 años, y que al no hallarlo discutió con la muchacha y la ultimó de un tiro de escopeta. Luego de asesinar a su hija Videla desapareció, y muchos pensaron que había ido a buscar al presunto amante de su mujer para matarlo, por lo que algunos sabiendo donde se encontraba fueron a avisarle para que se escondiera. Pero no, Videla había resuelto volver a la zanja donde había matado a su mujer, para quitarse la vida con una perdigonada de la misma escopeta. Fue una tragedia que conmocionó a la pequeña localidad, cuyos vecinos quedaron shockeados por varios días y no se hablaba de otro tema que no fuera ese.