Pobre del enfermo que en una ambulancia deba cruzar el paso a nivel de la calle Galcerán. Ni siquiera a paso de hombre se puede pasar sin sufrir las consecuencias de un traqueteo infernal, y correr el riesgo, en el caso de los vehículos, de dañar las cubiertas o la suspensión.
Es al ferrocarril al que le cabe mantenerlo en buen estado, rellenando los espacios entre las vías para hacerlo transitable. Pero pedirle algo al ferrocarril es una misión imposible, o por lo menos es preciso agotar la paciencia a la espera de que algún día se decidan a hacerlo. La comuna debe reclamar con insistencia la reparación de ese paso a nivel, por el que -como decíamos- deben pasar las ambulancias con pacientes en su camino al hospital, además del fluído tránsito de vehículos de todo tipo que entran o salen de la ciudad.
Y DE LA CALLE SANTA FE MEJOR NI HABLAR
Verdadera tortura la de quienes tengan la feliz idea de tomar la calle Seijo y salir a la ruta por calle Santa Fé, llamada «de tránsito pesado». Esa artería está hecha pedazos, con cortadas y pozos que hacen imposible su tránsito, al punto de que los camioneros entran o salen de la ciudad por los accesos Mouras y Virgen de Luján porque se niegan a hacerlo por la Sante Fe para no romper sus camiones. Emparcharla no tendría sentido, es de tal magnitud el daño que presenta que prácticamente exige su repavimentación, y como no se realice el bacheo de muchas calles que también muestran sectores del pavimento roto, con enormes baches, la situación de éstas será análoga a la de la calle Santa Fé y después ya nada se podrá hacer.
Es evidente que la comuna cuenta únicamente con recursos para pagar sueldos, solucionar problemas de inundación y pare de contar. Si desde la provincia no aportan fondos para destinarlos al bacheo e infraestructura urbana será imposible encarar los trabajos necesarios. Mientras tanto quienes deben entrar o salir de la ciudad despotrican en voz alta, y como no puede ser de otra manera se acuerdan de los familiares más cercanos de las autoridades de turno. Aún sabiendo que algunos pozos urbanos han cumplido ya sus bodas de plata…