¿SE TERMINARÁN EN EL 2013 LOS SUFRIMIENTOS COTIDIANOS?

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Paz, amor, felicidad, prosperidad, ventura personal, son los buenos deseos que acompañan al nacimiento de un nuevo año. Pero por qué no pretender que además de todo eso, que de alguna manera es abstracto, se terminen en el año que comienza los sufrimientos cotidianos que nos complican la existencia?. Los cortes de luz, una maldición repetida que nos envenena la vida. Que en la Nochebuena, tan luego esa noche!, dejó a oscuras a miles de casarenses. Y siguen, respaldados por mil excusas, convirtiéndose en una tortura cotidiana de nunca acabar. Las esperas interminables en las oficinas públicas, sea para hacer un trámite impositivo, transferir un automóvil, depositar en un banco y tantas otras. Los cajeros, ese invento espectacular que cuando se necesita dinero no lo tiene y cuando lo tiene se sale del sistema y no lo da. ¿Hay alguien dentro del cajero que nos hace la vida imposible?, tal vez. La espera en las guardias médicas, los diagnósticos erróneos, la falla humana, la voracidad de algunos médicos, la incertidumbre. Las motos con sus explosiones y escapes libres, que circulan a velocidades escalofriantes y no respetan semáforos ni señalización alguna. Pagan justos por pecadores, es cierto, pero los infractores son los más. Los equipos de altoparlantes de circos y parques de diversiones que aturden en la ciudad haciendo caso omiso a las ordenanzas que lo prohiben. Los que tiran la basura en cualquier lado, sin importarles que hay viviendas cerca y condenan a los vecinos a respirar sus inmundicias. El acoso de algunos abogados o sus procuradores que demostrando una total falta de ética hacen abuso de su profesión incitando a vecinos, fabricando juicios, frustrando todo tipo de arreglo amigable y personal. Los malos pintores, plomeros, electricistas, mecánicos que cobran más que profesionales y son chapuceros, en desmedro de aquellos que hacen los trabajos a conciencia y cobran con criterio. ¿Cuán larga puede ser la lista de sufrimientos cotidianos?. Todos queremos vivir en paz, con amor y felices, pero viviríamos mucho mejor si esas pequeñas grandes cosas que nos amargan la vida diariamente funcionaran correctamente.

Por si acaso dejamos un espacio libre para que nuestros lectores puedan agregar hasta que punto el periodismo pone lo suyo para que el tránsito de cada vecino por esta sinuosa vida, se vea cada vez más poblado de piedras…

 

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