Ya han pasado más de 30 años que a la ruta 5 la bautizamos: «La Ruta Maldita» por la cantidad de heridos y muertes que arrojaba en los múltiples accidentes que en ella se producían. ¿Cómo deberíamos llamarla ahora?. Desde1948 en que esta ruta vital para todo el oeste bonaerense, llegó Carlos Casares, prácticamente no ha sufrido modificaciones, tan solo un pequeño ensanchamiento en algunos tramos, mientras que la circulación de vehículos se ha multiplicado de una forma impresionante. Hoy circular por dicha ruta se convierte en horas determinadas en una fila interminable de autos, camionetas, camiones y vehículos de todo tipo que la hacen sumamente peligrosa.
Accidentes fatales como el ocurrido días pasados en Pehuajó y los que ocurren a diario en su recorrido, hacen poner -por usar una remanida frase- los pelos de punta. Cientos de casarenses han dejado su vida en esa cinta asfáltica ¿maldita?, sin que hasta el momento ningún gobierno por más que haya habido algunos proyectos, se haya ocupado seriamente de convertirla en una autopista, con al menos cuatro carriles de circulación y una separación central. La obra de Mercedes a Luján lleva años sin terminar, pero en esos pocos kilómetros de autopista habilitados, los accidentes han disminuido de manera notable.
Decía un estudioso de estas problemáticas, no sin cierta ironía, que una autopista sale muy cara, que las vidas se pagan mucho más baratas, y hacía mención a los valores que los jueces le asignaban a la vida en los accidentes carreteros.
Lo cierto es que nada ha cambiado y todo indica que al menos en los inmediato nada cambiará, a pesar de los airados reclamos y movimientos como el de «Autovía Ya», que muestra a vecinos movilizados intentando llevar un poco de luz a las autoridades nacionales para que tomen conciencia de que más que una ruta la 5 es un arma mortal que minuto a minuto cobra nuevas víctimas.
Han pasado 65 años desde que esa ruta que llega a Santa Rosa (La Pampa) pasó por Carlos Casares, con una extensión de 600 km. y solo un tramo de 40 km. ha sido modificado. A esa velocidad, estimamos que la autovía a Casares puede llegar dentro de 260 años. Esperemos que llegue antes.