El domingo estalló en la cercana ciudad de Junín un verdadero día de furia como consecuencia del asesinato de una joven de 17 años acaecido en la noche del día anterior. Lo que primeramente fue una protesta de vecinos, terminó en actos de vandalismo, en los cuales grupos enardecidos de gente joven incendió con bombas molotov la municipalidad, la comisaría, el juzgado, el Banco Provincia y patrulleros, además de trenzarse en una verdadera batalla campal arrojando piedras y otros objetos contra la policía, la que respondió a los ataques con gases lacrimógenos y balas de goma. Hubo varios heridos, entre ellos una periodista, siendo atacados también los móviles de los canales capitalinos.
LA MATÓ DE UN BALAZO
La víctima, Karen Campos, de 17 años, atendía un kiosco y regalería a pocos metros de la seccional policial, cuando a eso de las 22 hs. del sábado fue asaltada por un hombre armado y encapuchado al que le dio todo el dinero de la caja. En un descuido del sujeto Karen quiso paralizar al asaltante con una picana eléctrica que le había dado el dueño del local para defenderse, pero el malviviente la vio y le disparó a quemarropa con un revólver dejándola allí tendida y agonizante. Todo ocurrió en presencia de su madre que se encontraba allí, junto a otra empleada de nombre Pamela, que auxilió a su compañera y pidió ayuda. El asaltante se dio a la fuga en una moto junto a un cómplice que lo esperaba en la puerta del local.
PEDÍAN TRANQUILIDAD
Tanto el padre de la víctima como su hermano pedían a los exaltados que se tranquilicen, que no hagan daños ni ataquen a la policía, que dejen que sea la justicia la que se haga cargo de la investigción. Pero lejos de escuchar los pedidos de ambos, los vándalos continuaban agrediendo a la policía y rompiendo lo que encontraban a su paso. Mientras tanto políticos de uno u otro extremo del arco ideológico, se culpaban entre sí, echando nafta al fuego, cuando más se necesitaba la cordura de quienes tienen el deber de tranquilizar los ánimos y dejar que se actúe dentro del marco de la ley.
UN MAYOR Y UN MENOR
Un hombre mayor se encontraría identificado como participante del asalto y fue detenido en Villa Mercedes (San Luis) aunque aún no se habría comprobado si fue el que disparó el balazo, habiendo sido aprehendido también un menor, presunto cómplice del anterior.
En cuanto a los autores de los desmanes se ha entablado una lamentable puja entre el intendente la provincia y la nación respecto a la responsabilidad de cada uno. Los intereses afloran y el pueblo asiste atónito a ese intercambio de acusaciones que solo logra mostrar la peor cara de la política.