Ayer viernes, siendo las 17:30 horas, tuvo lugar en el Cementerio Municipal la bendición del monumento donde descansan los restos del Padre Antonio Martínez y de varias Hermanas de la congregación de la Virgen del Rosario.
La ceremonia contó con la presencia del Obispo de la Diócesis de 9 de Julio, Monseñor Martín de Elizalde, el Intendente Municipal Esc. Walter Torchio, el Cura Párroco Padre Juan Pellegrino , funcionarios, concejales, autoridades educativas, representantes de instituciones y una gran cantidad de fieles que se acercaron a la última morada de nuestro recordado Padre Antonio y de las Hermanas que por tantos años cuidaron a los enfermos del Hospital, muchos en una nutrida procesión que partió desde la Iglesia Nuestra Señora del Carmen.
Los presentes compartieron una Misa en Acción de Gracias y posteriormente Monseñor Martín de Elizalde bendijo el monumento y a continuación, docentes del Instituto Juan XXIII descubrieron una placa recordatoria de quien fue su fundador.
MONSEÑOR MARTIN DE ELIZALDE NOS HABLA SOBRE EL PAPA FRANCISCO.
-Qué reflexión le merece la designación de Jorge Bergoglio como el nuevo Papa?
-Creo que primero de todo tenemos que tener en la Iglesia una reflexión de Fe. Hemos recibido al Papa, que es el conductor de la Iglesia, el sucesor de San Pedro, el que tiene esta responsabilidad para toda la Iglesia Universal. Asi como hemos tenido mucha pena con la renuncia del Papa Benedicto XVI, con toda alegría recibimos al que viene.
A nosotros nos toca más de cerca, es la primera vez que nos pasa en nuestro país, en nuestro continente, en nuestra generación, tener un Papa con un origen tan cercano.
Yo pensaba ayer que siempre cuando recibíamos a un Papa, en realidad no sabíamos nada de él. Lo elegían los Cardenales que si lo conocían y nos íbamos enterando poco a poco de la circunstancias de su vida, su trayectoria, de cómo era, lo que había hecho, las cosas iban como apareciendo de a poco. Y acá es exactamente al revés… nosotros tenemos la impresión que sabemos todo de él, o acerca de él.
-Tuvo la oportunidad de conocerlo personalmente?
-En mi caso personal, como Obispo hemos compartido muchísimos encuentros, reuniones, viajes…parece increíble pero es un Papa al que uno ha tuteado…es como raro, no? Es impactante, pero por supuesto es anecdótico y no tiene que ser lo más importante.
ESTO NO ES COMO GRITAR GOLES
-Qué es lo más importante?
-Lo más importante es , puesto que ha salido de aquí, que tiene este vínculo especial con nosotros, que nos sentimos más identificados, humanamente hablando, por conocerlo y haberlo tratado con cercanía, qué responsabilidad nos toca. No es lo mismo evidentemente para nosotros el Papa Francisco, que si fuéramos del Japón o de la India. Y aquí yo quisiera hacer una llamada a la reflexión. Esto no es como gritar goles. De lo que se trata realmente es decir: y ahora qué? A nosotros, qué nos espera? Qué nos toca?
No solamente que espera el Papa de nosotros, qué espera Dios, qué espera la Iglesia de nosotros que, por razones que no dependen de uno, somos tan cercanos al Papa o el Papa tan cercano a nosotros.
Entonces ahí, yo digo que la mejor manera de celebrar, de agradecer, de alegrarnos, es comprometernos. Comprometernos en espíritu de Iglesia, en la colaboración con el Papa, en hacernos cargo de las cosas que nos diga, de sus enseñanzas, de sus orientaciones.
Si lo tuvimos cerca deberíamos ser los más fieles ejcutores, digamos, los más obedientes, los más cercanos a él.