Una experiencia realmente inédita e inolvidable compartieron los casarenses Carlos Cerdá, Omar Ottaviani, Martín Mariano y José Luis Picotto, realizando el cruce de la Cordillera de los Andes a lomo de caballo y en pleno contacto con la naturaleza.
Carlos Cerdá y Omar Ottaviani nos hablan de esta maravillosa aventura que vivieron durante 5 días en las altas cumbres andinas.
-Cómo se les ocurrió realizar este periplo?
-Todo comienza a raiz de un llamado telefónico de Martín Mariano, conocido vecino casarense que está radicado en Mar del Plata, quien nos invita a cruzar la Cordillera de Los Andes. Al principio nos pareció una locura pero fueron pasando los días y nos fue interesando la idea y así emprendimos esta hermosa aventura.
POR EL SENDERO DE LAS MULAS DE SAN MARTIN
-En qué consistió el viaje?
-Consiste en cruzar hacia el lado de Chile, muy parecido a lo que hiciera el Gral. José de San Martín, pero sin entrar en Chile porque los trámites son muy burocráticos y no tenía sentido para lo que nosotros queríamos.
De acuerdo a lo que nos explicaba el guia y profesor de historia que nos acompañaba, San Martín cruzó por donde hoy se encuentra la localidad de Malargüe y 50 Km. más arriba, entre las localidades de Las Molles y de Las Leñas, donde está el centro de sky, mandó las mulas cargadas con los cañones para liberar a Chile. Por ese lugar, donde cruzaron las mulas, realizamos nuestro periplo, que comenzó el día 8 de marzo y volvimos el 12. Es un viaje espléndido, una experiencia maravillosa… están las estrellas, las montañas y vos.
-Qué equipamiento llevaron. Y la caballada?
-Ellos tienen una organización montada en la cual te alquilan el caballo, te dan la carpa, la bolsa de dormir, te hacen el desayuno, el almuerzo, la merienda, la cena. A las personas inexpertas que van le ensillan y desensillan el caballo, se lo cuidan. Es una atención espléndida y además muy educativa e informativa porque nos acompañó un montañista que a la vez es profesor de historia y un baqueano, criado en la zona que conoce la montaña como la palma de la mano, lo que te transmite mucha tranquilidad.
POR CAMINITOS DE 40 CM. DONDE VES UN PROFUNDO PRECIPICIO
-Cuántos km. recorrieron?
-Eso no se puede saber. Había dias en que cabalgábamos 6 horas, otros un poco menos…son todos senderos, donde en algunos lugares te encontrás con un profundo precipicio y vas por un caminito de 40 centímetros, entre las piedras y donde tenés que dejar que el caballo solo te lleve.
Pudimos ver una laguna de deshielo, que debe tener unas 50 hectáreas, con un agua turquesa increíble. Vimos algunos nómades, como los llaman por allá, que suben a engordar su ganado en los pastos de altura durante la època de verano y ahora están bajando todos, arriando las vacas, los chivos, los caballos.
-Hasta que altura llegaron?
-Mas o menos, llegamos en la parte más alta a 3200 metros sobre el nivel del mar.
-Se siente la altura?
-No. Ninguno de nosotros sentimos algún síntoma por la altura.
DE DIA CALOR INTENSO Y DE NOCHE UN FRIO QUE CALA LOS HUESOS
-Las temperaturas como se comportaron?
-Bueno…por ejemplo en un momento agarrás un valle y por el calor te molesta la ropa. Pasan 10 minutos, aparece una brisa del Pacífico con aire helado que te cala hasta los huesos. Generalmente de día hacía calor, con un sol que te cae a plomo y a la noche temperaturas bajo cero.
En ese sentido, si este viaje se hace alrededor de fin de año, es mejor porque hay menos posibilidad de tanta diferencia de temperaturas entre el día y la noche, y por supuesto menos posibilidad de nevadas que se dan mucho por esta època.
Nos contaba el baqueano que en una oportunidad, los agarró una tormenta de nieve con un contingente de 20 turistas, y tuvieron que estar 4 días bajo un refugio con el fuego prendido permanentemente, hasta que pudieron salir. Los meses más aconsejables son diciembre y enero .
-Vieron animales de la zona en su ambiente natural?
-Vimos muchas liebres, algunos Cóndores que volaban bien alto e infinidad de lagartijas.
ES ALGO PARA VOLVER A VIVIR Y DISFRUTAR
-Piensan repetir la experiencia?
-Veremos…pero es algo para volver a disfrutar. Nos hablaron de un recorrido que llega hasta donde cayó el avión de los rugbiers uruguayos e incluso está la gente sepultada allí.
Lo importante es que es un viaje maravilloso, inolvidable y una experiencia que no nos vamos a olvidar nunca. Si alguien tiene la oportunidad de hacerlo, nuestro consejo es que no lo deje de hacer porque la vivencia es realmente espléndida.