EL DELITO EN CASARES COBRA FORMAS MÁS SOFISTICADAS

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Lejos estamos de aquellos ladrones de gallinas que alimentaban estadísticas policiales de antaño. Siempre se dijo que en estos pueblos los delincuentes son ladronzuelos de trepar tapiales y entrar a domicilios en ausencia de sus moradores, o de arrebatos, también oportunistas, pero nada sofisticado, cero inteligencia, todo muy básico.

Sin embargo últimamente vemos que los delincuentes locales están actuando de otra manera, ya no eligiendo a sus víctimas «al voleo», sino haciendo inteligencia, estudiando cuando llegan, cuando se van, si viven solos o con quien, que hacen, si pueden tener dinero o joyas. Ahora delinquen armados, amenazan, privan de la libertad, y por el momento no emplean la violencia, pero…

Lo sucedido con el vecino Anselmo «Memo» Picotto días atrás, demuestra que fue un hecho pensado, que sabían donde estaba, cuando regresaba y si vivía solo. Lo llamaron mediante un ardid, suponiendo que les iba a flanquear la puerta. Iniciaron una conversación sobre un tema que a él le interesaba, se aseguraron que no había nadie en la casa y procedieron.

Todo esto nos demuestra que el delito en Casares va cobrando otras formas, que los vecinos deben tomar conciencia que sus movimientos pueden ser estudiados, que ya no se puede abrir la puerta sin saber a quien se la abre. Y al decirlo no exageramos, el tomar algunas precauciones puede evitar serios problemas, especialmente las personas de mayor edad, las más vulnerables, que además suelen ser las más confiadas.

La crónica policial en los canales de televisión muestran la veta más violenta de los delincuentes, los que matan por matar, los que no le dan a la vida un centavo de valor. Y nos da la impresión que estamos viendo ficción, escenas que aquí jamás podrán experimentarse. Y sin embargo, no es ficción, es realidad, una realidad que en algún momento puede llegar a darse. La inseguridad no es patrimonio de determinadas sociedades, ya es un flagelo que nos preocupa a todos. Debemos estar atentos, ser precavidos, tomar todos los recaudos para no ser víctimas de uno de los principales males de la sociedad moderna.

 

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