Al momento de cierre de la presente edición, se trataba en el recinto del Concejo Deliberante la Rendición de Cuentas del ejercicio 2012 de la gestión Torchio. Todo indicaba que la oposición, como ya es tradicional, iba a aprovechar esa instancia para enumerar una larga serie de presuntas irregularidades, también desprolijidades, expresar sospechas y dudas, señalar vicios y maniobras contables, intentando descalificar al gobierno oficialista, en una suerte de revancha por lo sucedido en el estudio de la rendición anterior, cuando las cuentas de la gestión Seraci fueron revisadas, debiendo soportar una larga lista de imputaciones, que incluyeron alguna denuncia penal.
Una práctica cotidiana que todos los años se repite con distintos actores y circunstancias, unas veces con mayor seriedad, otras con pases de comedia y situaciones histrionicas, pero que en definitiva hacen al toma y daca de la política, sin que hasta el momento hayan tenido otra derivaciones.
La barra estaba colmada, el ambiente pesado y muchas expectativas. En nuestra próxima edición haremos un pormenorizado detalle de lo acontecido.