Si algo le faltaba a estas elecciones es un simulacro de votación, un sistema que para los encuestadores no sirve demasiado ya que le falta rigor científico, cruce de datos, etc. etc. De todas maneras a alguien se le ocurrió, se tomaron el trabajo de hacer boletas similares a las que el domingo habrá en cada cuarto oscuro, y con una urna casa por casa le hacen votar a los vecinos. No los identifican, solo deben decir la edad. Les sirve para saber lo que sabrán el domingo, no tendrán tiempo para trazar estrategia alguna, será como leer la última página de un libro, o que te cuenten quien es el asesino. En la capital son más sofisticados, Terragno y Lousteau tienen boletas que hablan y Prat Gay reparte panfletos en los supermercados chinos y en el barrio chino en idioma mandarín.
Previous ArticleGermán Cordisco fue el ganador de los 100 km.
Next Article Chisme Show
Related Posts
Add A Comment