La hora de la verdad. Una frase remanida pero nunca tan cierta, para demostrar que la gran encuesta es la de las urnas. Y en las urnas picó primero el candidato del Frente Progresista (GEN-UCR) Luis Seraci en esta primera etapa rumbo a las legislativas de Octubre.
Tiene el triunfo asegurado?, no, sólo una gran chance, una mirada que de no existir algún acontecimiento que precipite un cambio, le otorga una posibilidad cierta, un pasaporte al triunfo.
La contienda lejos de estar cerrada, se presenta como un desafío para cambiar la historia por parte del oficialismo gobernante, porque de la composición del futuro Concejo Deliberante depende en gran parte la consagración de su proyecto. El Frente Progresista por su parte sabe que desperdiciar este «paso» adelante sería perder la oportunidad de aspirar en un futuro a recobrar el gobierno comunal. Seraci por su parte, está decidido a ingresar a la comuna por la puerta grande, la del voto de sus vecinos. Fue intendente haciéndole la posta a Foglia, pero eso no le alcanza, su aspiración es de máxima.
A MITAD DE CAMINO
El intendente Torchio ante la frustración de esta «previa», sabe que está a mitad de camino. Que su proyecto recién ha despegado en los últimos meses y aún tiene dos años por delante. No es hombre de bajar los brazos, octubre todavía es una posibilidad, y si no lo fuera tiene fibra de Capitán de Tormentas, su vida privada está signada por suficientes ejemplos. Su vida política también, primero conoció la derrota. Debió esperar cuatro años para subir al piso alto del municipio.
ZABALA Y CAPRIOLI
Ninguno, ni Jorge Zabala ni Maxi Caprioli, ambos enarbolando la candidatura de Sergio Massa, llegaron a cumplir con sus expectativas. Lo logrado no les alcanza para tener representación en el Concejo, sus votos son una tentación tanto para el Frente Progresista como para el Frente para la Victoria. Es probable que como ocurriera en las PASO del 2011 con Zabala, que una buena parte de sus votos se fueron a Seraci o a Torchio, en octubre vuelva a ocurrir algo similar, tanto con Zabala como con Caprioli, aunque los votos de este último son los más duros del peronismo y decidan quedarse donde están. Parece un juego de adivinanzas pero no lo es, tampoco es pura lógica porque en política la lógica no existe, simplemente es el juego de la política, que a veces se bifurca por caminos impensados. Octubre puede ser otro universo. O no.