Que dos jóvenes de la policía de la provincia de Buenos Aires podrían cometer un hecho de las características que denuncian los medios locales, del cual resultó damnificado el vecino CRISTÍAN GONZALEZ.
Es tan repugnante esta actitud que no encuentro calificativos ni para pedir la menor disculpa al vecino víctima de este insólito e impensado hecho, pero si lo silenciara me sentiría mucho más conmovido.
Es por ello que en nombre de miles de policías que ingresamos a la repartición con verdadera vocación policial, y sanos principios de honestidad inculcados desde las mismas bases de nuestra familia, le pedimos a toda la sociedad que nos apoye y fundamentalmente nos ayude a exigir ante las autoridades responsables, para adoptar una mayor selección policial cuando se pretende incorporar a jóvenes a la Institución.
Porque si usted permite que ingrese un total profano lo cual es muy fácil de advertir sabe a lo que se expone y la sociedad no merece ese castigo, además estoy totalmente convencido que si estos policías en su momento de ingreso hubieran sido evaluados por un adecuado psicólogo, no habrían aprobado su correspondiente examen y esto facilitado las cosas para que no ocurriera este lamentable hecho, que tanto nos avergüenza.
Esta situación además habla bien a las claras de la total falta de preparación intelectual de los efectivos al no saber discernir el acto que están cumpliendo, ya que venían a esclarecer un hecho delictivo y ellos aprovecharon esas mismas circunstancias para agravarlo.
¿Qué seguridad puede tener la población con hombres formados de esta manera?
Alguna vez habrán tenido un profesor de Derecho Penal que les explicara la gran responsabilidad que tiene un policía, ante un hecho de hurto o robo de no agravar el mismo por negligencia o impericia, y estos irresponsables aprovecharon las circunstancias para hacerlo con total mala intención y alevosía.
Esto que ha ocurrido debe ser preocupación permanente y fundamental de los Foros de Seguridad Municipales y en especial de los señores Intendentes. Ya no se puede admitir más cursos policiales de cuatro meses; mi experiencia policial me indica que todo curso menor a los dos años no tiene sentido y seguir poniendo en práctica cursos menores es un verdadero contra sentido.
Mientras no se eleve la preparación y formación policial no esperemos resultados o consecuencias distintas, hagámosle caso aunque sea una vez a ese enorme pensador universal, Albert Einstein, y el resultado va a variar como por arte de magia.
A modo de alivio espiritual, me permito solicitarle a nuestra querida sociedad que siempre mantenga una actitud permanente y sostenida en exigirle a toda la dirigencia política un cambio real en el ingreso a los futuros policías, porque con incultura y mala preparación ya estamos hartos de estos pésimos y malos resultados, por ello cambiemos el método para lograr consecuencias favorables.
Guillermo Oscar Tous
Comisario General (r.a.)