El arreglo integral del paso a nivel de la calle Galcerán es una obra de vital importancia para la comunidad, que ante la desidia del ferrocarril en realizarlo, es la comuna la que debe hacerse cargo y responder a las demandas de los vecinos. Decenas de notas le hemos dedicado al tema, todas respondiendo a quejas y demandas de quienes deben transitarlo diariamente. Como se sabe no sólo pasan por allí centenas y miles de vehículos de todo tipo, una gran parte de los cuales corresponden a vecinos que viven en esa poblada zona, sino esencialmente todas las ambulancias del hospital, sometidas a un traqueteo insoportable fruto de un verdadero concierto de pozos e irregularidades con las vías que sobresalen en virtud de la rotura del material que las rodea.
El trabajo requerido le corresponde esencialmente al ferrocarril o a la empresa concesionaria del servicio, pero han hecho y hacen oídos sordos a todo reclamo. Le queda por lo tanto a la comuna realizar el trabajo que otros no hacen, y está bien que así sea. Es la última y única instancia verdadera que tienen los vecinos, y aplaudimos que tome a su cargo esa obra, de por si costosa y complicada, pero es evidente que ante un ferrocarril en decadencia y empresas concesionarias a las que nada le importa la gente, debe ser el gobierno comunal el que de respuesta a las necesidades y reclamos de su gente.
No se descarta que la obra causa por unos cuantos días todo tipo de molestias en el tránsito, el que deberá ser desviado hacia otros sectores. Será cuestión de paciencia y contemplación, habida cuenta que luego ese paso podrá ser transitado sin inconvenientes y dejará de ser una tortura para quienes lo hacen asiduamente.
Creemos que todo lo que hemos batallado desde esta sección, en nombre de los vecinos, ha encontrado una adecuada respuesta. Celebramos que así sea, el periodismo esencialmente debe ser la voz del ciudadano, y como tal, pretendemos que El Oeste sea el libro de quejas de los casarenses.